Los Tres Gabrieles (Cabezabellosa/Cáceres)


Un delicioso alto en el camino

Ya estamos camino de Hervas, se les estará haciendo largo pero es que pasando tan cerca y siendo la hora justa, no podía dejar de visitar esta casa de la que el bloguero Espécimen ya nos dio pistas hace tiempo. 
En la salida de Villar de Plasencia de la Ruta de la Plata, unos veinte kilómetros después de la ciudad que le da nombre, rodeamos la población y tomamos dirección Cabezabellosa. Tras unas curvitas y algunas quejas de los pasajeros subiendo el precioso monte de Traslasierra que divide nuestro Valle del Jerte del Valle de Ambroz, nos encontramos, antes de llegar al pueblo y en plena ladera del monte, con este singular restaurante que como ven en la foto podría pasar perfectamente por un bonito chalet familiar con merendero incluido.

La historia de esta casa comienza hace ocho años cuando Maria Talavan decide dejar su vida en Plasencia y volver a su Cabezabellosa natal para construir en una parcela familiar un coqueto restaurante con el nombre de las tres generaciones de "Gabrieles" y junto a su hermano embarcarse en esta aventura sin experiencia alguna en el sector y solo con la ayuda de un prometedor cocinero de la escuela de restauración placentina y una ayudante local. Un buen producto estupendamente tratado, una carta concreta y bien estructurada, un lugar con encanto y el boca a boca, sobre todo entre los cazadores que en temporada acuden a la zona, hacen el resto y en poco tiempo comienza a tener éxito.

La carta para mi gusto es impecable, sencilla, directa, doce entrantes, tres pescados y cuatro carnes, alguno de ellos como esa lechona, su chuleton, o sus carpaccios son los que consiguen que funcione ese boca a boca y la gente acuda a disfrutarlos variando únicamente algunos platos de temporada. Ya lo he comentado alguna vez pero insisto en que es una buena estrategia no marear al cliente con esas cartas eternas y sin personalidad en vez centrarse en un numero concreto de platos y en esos intentar ser el mejor.


Disfrutamos de un correcto salmorejo acompañado estupendamente por lascas de rica cecina. De mucho nivel un carpaccio de ternera y boletus con queso de los Ibores, espectacular. Continuamos con unos fantásticos chipirones tiernos y en su punto de brasa, encebollados y acompañados de patatas panadera muy bien presentados. Teníamos que probar uno de los platos estrella de la casa que no era otro que su lechona confitada con melón asado, pequeñísima pierna maravillosamente confitada con un toque de naranja, perfectamente horneada, sabrosa la crujiente y finísima piel pero una pena su carne ligeramente pasada de punto. Buenos los secretos de ibérico con patatas de los enanos. 


Cara y cruz en los postres, un pastelito cremoso de chocolate con nata bien presentado pero que estaba totalmente escarchado al estar recién sacado del congelador, y un fantástico mousse de queso fresco con coulis de mora.


Escasa la carta de vinos con cuatro Riojas, cinco Dueros e igual numero de extremeños, tomamos unas copas de un correcto Palacio Quemado de la Bodega Alvear de la cual tengo ganas de disfrutar de ese PQ Club Premier del que tanto se habla. 

Pese a la marcha del chef inicial, dejo buena impronta en su pinche ya que actualmente es la encargada de los fogones. Maria también se encarga sin ayuda de su sala, todo amabilidad, sencillez y honestidad en una cocina de producto sorprendente para un lugar tan separado del mundanal ruido.


Ctra. Villar de Plasencia-Cabezabellosa km 6.8
Cabezabellosa 
Cáceres
Tef. 659 388 008 / 629 560 903

3 comentarios:

  1. Meson Potosi en Caceres, toda una institución del producto extremeño.
    D. Sebastian o Sebas para su fiel clientela, lleva ya casi 25 años en el populoso barrio de moctezuma ofreciendo la mejor chacina, el mejor ibérico fresco a la brasa, una selección de fantasticos quesos de la tierra, unos sorprendentes conservas de pescado marinados por el mismo, y una de las mejores selecciones de vino de Caceres presentadas en una hermosa estantería de su coqueto y autentico restaurante con una deliciosa barra, no mas de seis mesas frente a ella, un mostrador con todo su fantástico producto, y los mejores jamones colgando de su techo.

    He disfrutado de una ensalada con fantásticos tomates y estupenda ventresca, riquísimo el bocadito de bacalao marinado, buen solomillo de ternera extremeña en su punto pero no impecable la textura total de la pieza acompañada de rico pimiento asado.
    De postre un tremendo Ibores curadisimo y un Don Mariano de quesos de la Sierra ( Fregenal).acompañado de un buen Ribera del que siento no recordar su nombre.
    Todo acompañado de una deliciosa conversación con su mentor resulto una fantástica experiencia que pronto repetiré para disfrutar nuevos platos y comentarselo en un buen post cuando consiga desatascar los asuntos pendientes con las Hospederias y aledaños.

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  2. Poca comida y precios muy elevado. Tuve un percance porque la chef me derramó el vino (palacio quemado) sobre mi camisa, y aunque fue un accidente, todo restaurante que se precie y presuma de categoría ofrece una compensación al cliente. En este caso nada de nada, ni siquiera repusieron el vino derramado, después de caro y ni un triste café a cuenta de la casa. La camisa la tendré que llevar a la tintorería. Salimos con más hambre de la que entramos. Seguro que en la zona hay restaurantes tan bueno o más donde la calidad-cantidad-precio estén acordes. Mi puntuación una peineta...

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